Si en la información del Triduo de la Soledad hablabamos de la belleza de la Virgen en el altar, cuando bajo de el para ponerse a nuestra altura los sentidos se dispararon hasta cotas insospechadas.
Fue una maravilla y un momento para estar con ella en la intimidad. Belleza sublime, espectacularidad y sobre todo devoción, mucha devoción es a la que llamaba María Santísima en su Soledad cuando bajo del cielo para que la sintieramos a nuestros pies.
Os dejamos un reportaje fotográfico del momento: Besamanos Soledad 2011
Tambien os dejamos unas diapositivas:
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