miércoles, 15 de marzo de 1995

Poemas a Nuestra Señora: Pregón Semana Santa de Ronda, Marzo 1995

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Soledad

La noche del Viernes Santo
en la iglesia La Merced
a una Madre pueden ver
sola, inundada en llanto.

¿Os habéis fijado bien
que antes de morir el Señor
la carita de la Virgen
tiene distinta expresión?

Es una cara angustiada
que mira a un punto fijo,
nos pregunta horrorizada:
¿Qué vais hacer con mi hijo?

Y hoy podemos comprobar
que está la Madre querida,
dolorosa y afligida
llorando su Soledad.

Se la ve tan agobiada
traspasada de dolor
y ante el crimen resignada,
que cambiando de expresión
nos dice con su mirada:
¿No habéis tenío compasión
para el Hijo de mi alma?

Tremenda es la acusación;
y con esta interrogante,
dolorosa y suplicante
es sacada en procesión.

A las diez se abren las puertas
y un hermano con amor,
le ha cantado la saeta
que ya es una tradición.



Ya te vas Virgen bendita,
y entre cánticos y rezos,
quedan aquí las monjitas
de la orden Carmelita
esperando tu regreso.

Qué pausado caminar
marca el ritmo del tambor.
¡¡Soledad!! qué triste vas.
¿Quién te clavó ese puñal
que es causa de tu dolor?
Si lo tiene que llevar;
Camarera, déjame
que yo le ponga el puñal.
De tal forma lo pondré
que nunca le dañará.

Porque si el dolor es grande
cuando se está en soledad,
lo terrible es de verdad
la soledad de una madre.

La comitiva regresa
lleva su paso lento,
mientras unos hermanos rezan
expresando el sentimiento.

Viendo al cansado horquillero,
desde mis propias entretelas,
les pido el último esfuerzo
pa´ subir las escaleras
y recogerla en su templo.

Ya recogiéndola están
llevándola entre los brazos
mientras grita el capataz:
Ya hemos llegado, ¡¡despacio!!
que entre el trono y el portal
tenemos muy poco espacio,
que no nos venza el cansancio.
¡¡Qué esta es nuestra Soledad!!
[...]

Poemas recopilados de "Mi Rezo en Verso" José Mª. León Cordón